Un día cualquiera no sabes qué hora es, te acuestas a mi lado sin saber por qué.
Las calles mojadas te han visto crecer y con tu corazón estás llorando otra vez.
Me asomo a la ventana, eres la chica de ayer jugando con las flores en mi jardín.
Demasiado tarde para comprender, chica, vete a tu casa, no podemos jugar.
La luz de la mañana entra en la habitación, tus cabellos dorados parecen el sol.
Luego por la noche al Penta a escuchar canciones que consiguen que te pueda amar.
Me asomo a la ventana, eres la chica de ayer.
Demasiado tarde para comprender.
Mi cabeza da vueltas persiguiéndote.
Mi cabeza da vueltas…
sábado, 16 de maio de 2009
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